Como todos los segundos martes de mes, Microsoft lanza su ronda de parches para todos sus sistemas operativos Windows y Windows Server con soporte. Y hay veces que estas actualizaciones tienen un comportamiento potencialmente no deseado.
Es el caso. Una actualización, de numeración KB2823324, provoca que Windows 7 no sea capaz de iniciarse. El mensaje de error que se mostrará tendrá un ID de suceso 51 o distintas numeraciones de error (0xc000021a). Adicionalmente el antivirus Kaspersky también dejará de funcionar. Si tienes configurado tu sistema para que instale automáticamente las actualizaciones de Windows Update probablemente ya la tendrás instalada; si es el caso, os explicamos cómo arreglar vuestro equipo.
Es importante saber dónde comprobar si tenemos la actualización instalada o no. Para ello seguiremos los siguientes pasos:
Abrimos el menú de Inicio
Abrimos el panel de control
Hacemos clic en “Programas”
Hacemos clic en “Ver actualizaciones instaladas”
En la lista que aparece deberemos buscar la actualización con la numeración que indiqué en el segundo párrafo.
Si habéis instalado la actualización pero no habéis reiniciado el equipo
En el caso de que hayáis instalado la actualización pero no hayáis reiniciado el equipo, estaréis a tiempo de repararlo. Para ello:
Abrimos el menú de Inicio
Abrimos el Panel de Control
Hacemos clic en “Programas”
Hacemos clic en “Ver actualizaciones instaladas”
Buscamos la actualización con numeración KB2823324
Pulsamos en el botón “Desinstalar”
Si queréis utilizar un único comando dentro de una interfaz de línea de comandos, será el siguiente el que hay que escribir:
Wusa.exe / uninstall /kb:2823324 /quiet /norestart
Si ya habéis reiniciado vuestro equipo
En este caso nos estaremos enfrentando a un equipo que no podemos iniciar, de manera que no podemos utilizar ese sistema para poder repararlo. Deberemos acudir a un disco de recuperación de Windows 7 o, si no lo hemos creado, a un disco de instalación del sistema operativo (o a las herramientas de recuperación que el fabricante haya dejado en una partición de vuestro disco duro).
Otra posible opción es intentar iniciar el equipo manteniendo pulsado el botón F8 para acceder a las herramientas de recuperación del sistema. Este método funcionará siempre que conozcamos la contraseña local del sistema.
Una vez lleguemos a la ventana de la imagen, simplemente pulsamos en “Restaurar Sistema“ y marcamos el último punto de restauración (cada vez que se instalan actualizaciones se crean puntos de restauración automáticamente).
Por otra parte, podemos ejecutar dos comandos desde el sistema, si no funciona Restaurar Sistema, no lo tenemos activado o hemos eliminado los puntos de restauración. En las mismas herramientas de recuperación, pulsamos en el último enlace y escribimos los siguientes comandos:
dism /image:C:\ /get-packages
dism /image:C:\ /remove-package /PackageName:Package_for_KB2823324~31bf3856ad364e35~x86~~6.1.1.1
Como es de esperar, de todos modos, Microsoft está investigando el problema, y además la actualización afectada ya no se distribuye mediante Windows Update.
Más información | Microsoft
Como recuperar el aspecto anterior del menú contextual de Chrome en Windows
Seguro que los que usáis Chrome en Windows ya os habéis dado cuenta: desde Google han cambiado el aspecto del menú contextual del navegador. Ahora está de acuerdo a la estética que los de Mountain View han ido dando a sus aplicaciones y servicios. Esto significa, principalmente, un mayor espacio entre las opciones y, por lo tanto, un menú de mayor tamaño.
Este nuevo aspecto del menú, que creo que ya se había visto antes en las versiones beta y Canary, puede no ser del agrado de todos. Personalmente, me fastidia un poco que los elementos estén tan separados, la verdad. Pero se puede recuperar el aspecto anterior añadiendo un pequeño código al acceso directo. Vamos a ver como hacerlo.
Primero, vamos a las propiedades del acceso directo de Chrome en el escritorio (botón derecho > propiedades). Si lo tenéis anclado en la barra de tareas, pinchad el botón derecho sobre el acceso y en la lista, botón derecho de nuevo sobre “Google Chrome” > propiedades.
En la pestaña de “Acceso directo”, id al campo “Destino”. Al final de la ruta, después de las comillas y dejando un espacio, agregad lo siguiente:
--disable-new-menu-style
Si estamos usando Windows 8, lo lógico es añadir también esta modificación al acceso directo de la pantalla inicio. Pero claro, esto no es tan fácil pues desde allí mismo no podemos acceder a sus propiedades como hacemos con los del escritorio. Tenemos que entrar a la carpeta donde se encuentra el acceso a Chrome y cambiarlo desde allí.
Lo primero que hacemos es mostrar las carpetas ocultas. Si no lo habéis hecho ya, dentro del explorador de Windows, vamos a la pestaña “Vista” y allí marcamos la casilla de “Elementos ocultos”. Ahora sí, la ruta para llegar al acceso directo es:
C:\ProgramData\Microsoft\Windows\Start Menu\Programs\Google Chrome
Si tenéis Windows 8 en español, los nombres varían un poco. Básicamente, se trata de entrar a las siguientes carpetas: ProgramData > Windows > Menú Inicio > Programas > Google Chrome.
Allí encontraréis el acceso directo. A partir de aquí, el proceso es el mismo: botón derecho sobre él > Propiedades y en la pestaña “Acceso directo” ponéis el código dentro del campo “Destino”.
Cinco sistemas operativos para sustituir a Windows XP
Ayer os comentábamos que sólo queda un año para que Microsoft finalice el soporte de Windows XP. Más allá de pasar a Windows 8, tal y como propone Microsoft, queremos ofrecer otras alternativas. Por eso vamos a ver cinco sistemas operativos para sustituir a Windows XP en vuestros ordenadores.
Por la misma razón que descartamos Windows 8 también vamos a descartar otros sistemas como podrían ser Windows 7 o cualquier sistema de Apple. En todos estos casos supondría una renovación del hardware prácticamente seguro. Los equipos que funcionan con Windows XP pueden mantenerse por distintos motivos, pero en su mayoría seguramente ya llevan unos años funcionando. Procesadores pentium o menos de 1GB de memoria RAM pueden ser dos características que nos encontremos frecuentemente.
¿Entonces que nos queda? Tenemos distribuciones Linux que pueden funcionar muy bien para los usuarios de Windows XP. Vamos a ver algunas de ellas:
Cinco alternativas a Windows XP
Linux Mint siempre ha sido una de las distribuciones Linux mejor orientada a facilitar el paso de los usuarios desde e Windows XP. El MintMenu, muy similar al que utilizan Windows, o aplicaciones puente, que están en ambos sistemas pretenden suavizar la curva de aprendizaje de los usaurios. En mi opinión era más efectivo cuando usaba GNOME 2 como escritorio. Ahora mismo, sólo elegir entre Cinnamon o MATE ya puede suponer un problema para los usuarios que llegan desde Windows y no están acostumbrados a poder elegir escritorio, más allá del fondo de pantalla. MATE sería la mejor opción para los usuarios que vienen de Windows XP
Xubuntu es otra de las opciones interesantes. Podríamos haber elegido Ubuntu, pero lo cierto es que Unity no es lo más parecido a Windows XP y sus menús. Además que el consumo de recursos que implica puede ser un impedimento para que el sistema vaya fluido. Por eso Xfce es un escritorio más que adecuado para conseguir un uso adecuado de los recursos y que funcione realmente bien. También podemos optar por una versión de Mint que utilice este escritorio.
Lubuntu utiliza LXDE un escritorio aún más ligero que Xfce. Esto significa que en equipos con pocos recursos va a funcionar realmente bien, y será aquí donde nos ofrezca lo mejor de este sistema. Es un derivado de Ubuntu, por lo que contaremos con una gran comunidad a la hora de resolver cualquier duda. Instalé este sistema a un usuario que jamás había utilizado otra cosa que Windows XP y se adaptó perfectamente, pudiendo alargar la vida de su equipo unos años más.
ReactOS es un sistema operativo de código libre, del que hemos hablado en alguna ocasión, que se planteó para que fuera compatible con aplicaciones y controladores de Windows NT. Su interfaz recuerda mucho a Windows y esto se nota mucho. Lo cierto es que parece que el proyecto lleva un tiempo estancado, por lo que tampoco podemos pedir muchas actualizaciones y soporte, por lo que casi nos quedamos igual que con XP, sin soporte.
Windows XP, si, habéis leído bien. Para muchos me temo que esta será la única alternativa viable, ya sea porque no pueden cambiar determinados programas a otros sistemas de Microsoft más modernos o por distintos motivos. Una vez finalizado el soporte XP seguirá funcionando. No recibirá actualizaciones de seguridad, pero al tener una cuota de mercado mucho más baja también dejará de centrar la atención de los ciberdelincuentes. El mayor inconveniente puede estar en la actualización de programas que ya no sean compatibles, pero por lo demás se podrá seguir utilizando con las debidas precauciones por los temas de seguridad que vayan apareciendo.
Windows XP es un sistema operativo que nos ha acompañado durante muchos años. Esto significa que para muchos usuarios puede ser el único sistema operativo que han conocido en su vida. Para otros, simplemente por un tema de longevidad se va a producir una resistencia al cambio mayor, sólo por el hábito o costumbre. Llegado el momento cada uno tendrá que tomar la mejor decisión según sus intereses.
Quizás una opción que no hemos contemplado también pueda ser una solución, la virtualización. Podemos crear una máquina virtual de nuestro equipo y que trabaje sólo cuando necesitemos algo que sólo podamos hacer por cualquier motivo con Windows XP. Es una buena solución para casos puntuales.
Fuente genbeta.com
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