Adquiere mayor peligro en aquellos casos en los cuales quien se sobrecalienta es el microprocesador.
Por muchas causas es este el que presenta el problema. Para empezar diré que es necesario verificar muchas posibilidades y espero no olvidar ninguna, especialmente las más graves.
Es necesario revisar bien la limpieza interior de la carcaza del PC, los orificios de entrada y salida de aire, las paletas de las turbinas y especialmente la turbina y el disipador del microprocesador. Los cuales es conveniente retirar de la placa madre para poder efectuarles una limpieza a fondo. Para retirar las mismas es necesario leer o consultar el manual de la placa madre. Si no se dispone de él, verlo en la página oficial de la fábrica. Aprovechando que se retira el disipador, verificar el estado de la pasta térmica que está situada entre microprocesador y disipador. Si es original de Intel va a ser necesario retirarla de todas formas pues al quitar el disipador lo más probable es que se rompa. Pero si no sucediera así y se notare que está reseca, quebradiza o vieja, es necesario reponerla. Para ello aconsejo de usar la pasta térmica de óxido de plata de marca Titán, que es excelente trasmisora del calor. La pasta vieja se puede retirar con un algodón o paño limpio humedecido con alcohol isopropílico, con el cual siempre es bueno contar para las limpiezas del PC y pantallas de monitores, CRT o LCD.
Otro elemento de la PC a tomar en cuenta en la higiene es la fuente de poder. Este es un caso particular y aparte.
Casi siempre se requiere una buena limpieza de este elemento pues siempre es el que más suciedad junta. Para proceder a ello es preciso retirarla de la carcaza, habiendo previamente desconectado todos los cables y conectores que la unen a la placa madre y a los diferentes dispositivos. Anotar en forma bien clara y con detalles las diferentes conexiones para luego al reponer, dejar todo en perfecto orden tal como estaba previamente.
La caja de la fuente se abre quitando 4 tornillos que tiene en la parte superior y se retira esta. Se limpia el interior con un pincel de cerdas retirando todas las pelusas y polvo acumulado. Verificar que las paletas de la turbina giran sin esfuerzo y no se traben o frenen. De ocurrir así, retirarla de la caja con los 4 tornillos que posee a los cuales se accede desde el exterior. Esta turbina tiene debajo de una etiqueta un tapón de goma el que se retira dejando a la vista la punta del eje de las paletas y un buje de rodamiento. Limpiar allí lo que se pueda y lubricar con una o dos gotas de aceite liviano tipo SAE 10. Si el giro de la turbina no mejora, descartarla y reponer por una nueva. Por lo general es una turbina que se encuentra fácilmente en los comercios del ramo y es barata.
Lo mismo se puede decir de cualquier otra turbina del PC. Pero reitero especialmente, de la turbina del microprocesador. Descartar, desechar sin dudar, que es lo más barato para evitar dolores de cabeza futuros. Estas turbinas comunes son de 80 mm x 80 mm x 25 mm. Pero hay fuentes de alimentación modernas con dos turbinas y la segunda es de 120 mm x 120 mm. Se procede igual con ellas. Algunas llegan a tener tres turbinas.
Una vez bien limpia la fuente, se repone en su lugar con sus cuatro tornillos que la sujetan desde el exterior de la carcaza. Lo que se ha dicho hasta ahora se extiende a todos los disipadores y turbinas que hay en el PC. No es raro encontrar algunas computadoras con unas ocho o nueve turbinas o más aún.
A veces resulta muy beneficioso agregar alguna turbina extra al PC. Algunas carcazas traen ya dispuestos lugares donde esto se puede realizar, en el frente o en la parte trasera. De colocarse uno en la parte delantera conviene colocarlo tirando el aire hacia adentro y si se coloca en la parte posterior que tire el aire hacia fuera. De estas maneras se incrementa la corriente que ya forma la turbina de la fuente. De adelante abajo hacia atrás arriba recorriendo la carcaza en forma diagonal por lo que resulta la más efectiva.
Las placas madres actuales traen por lo general un CD con programas y drivers entre los cuales viene alguna utilidad de control de temperatura. Es el caso de placas madres como Intel, Asus, MSI, etc.
Estos programas como Active Monitor, Desktop Monitor, en Intel y otros sirven para que el sistema controle las temperaturas de diferentes zonas del PC mediante alarmas. El punto más importante a controlar es el del microprocesador. También se toman en cuenta otros puntos importantes de la placa madre.
Es necesario apagar la PC
Cuando el equipo se destina al uso personal, ya sea en el trabajo o en el hogar, debemos apagarlo si no vamos a continuar trabajando hasta pasadas unas cuantas horas o hasta el día siguiente, porque de lo contrario estaremos consumiendo y gastando energía eléctrica inútilmente.
Un ordenador común consume un promedio de unos 200 ó 300 watt por hora de trabajo aproximadamente. Por tanto, el consumo de uno de 300 watt, funcionando durante 8 horas será de (300 watt x 8 horas = 2400 watt), o lo que es igual, 2,4 kW en total. Pero si no lo apagamos y permanece encendido inútilmente durante 16 horas adicionales, se estarán consumiendo 4 mil 800 watt (4,8 kW) de más.
Si ahora esos 4,8 kW consumidos en exceso lo multiplicamos por 30 días de funcionamiento continuo, al finalizar el mes se habrán derrochado 144 kilowatt. Multiplicandoahora 144 por el costo que tiene un kilowatt-hora (kW-h) de energía en tu lugar de residencia, comprenderás entonces la cantidad de dinero que estás tirando, sin que te produzca beneficio alguno.
Ahora bien, quizás hayas oído decir en alguna oportunidad que los componentes internos del ordenador se resienten cada vez que lo apagamos. Hasta cierto punto eso es cierto por el motivo siguiente:
Cuando el ordenador lleva horas funcionando, el microprocesador o CPU alcanza una temperatura muy alta. En el momento que lo apagamos, esa temperatura desciende con rapidez, produciéndose internamente una serie de cambios físicos de expansión y compresión, que pudieran ocasionar que una soldadura internadel chip se abra o incluso se pueda producir también un defecto en el propio chip del microprocesador.
Sin embargo, si esa fuera una situación que se produjera con mucha frecuencia, los ordenadores estarían fallando continuamente, cuando en realidad no es así. De hecho, otros efectos electrónicos de uso doméstico como el televisor, la cadena de música, el teléfono móvil, la agenda electrónica, los ordenadores portátiles etc., que emplean también circuitos integrados y/o microprocesadores con sus correspondientes chips, solo se encienden cuando se van a utilizar y después se apagan de nuevo, sin que eso influya después en su correcto funcionamiento.
Ahora bien, existen otras situaciones de empleo para un ordenador o computadora personal, para cuya ejecución sí resulta necesario mantenerlo funcionando de forma ininterrumpida durante las 24 horas del día. Esos casos son los siguientes:
Al hacer función de servidor, formando parte de una Intranet.
Cuando sin ser necesariamente un servidor, actúa como servidor de archivo, o de impresora en una LAN (Local Area Network – Red de área local).
Si además de hacer función de servidor, o de emplearlo solamente como un ordenador independiente conectado a Internet, su función sea la de servir de ordenador remoto o extranet para poder acceder a los archivos almacenados en su disco duro desde cualquier lugar.
Cuando forma parte de un sistema de vigilancia conectado a Internet, cuya función es la vigilancia remota de la oficina, el hogar, o cualquier otro lugar.
Cuando al formar parte de una LAN es el ordenador encargado de darle el acceso a Internet al resto de los ordenadores conectados a esa red.
Fuente
consejos para alargar la vida de la batería del portátil
Uno de los principales inconvenientes que plantean los ordenadores portátiles es la duración de su batería. No todos cuentan con una vida prolongada y, aunque así sea, termina por menguar con el uso y el paso del tiempo. En tuexperto.com hemos hecho una pequeña recopilación de prácticas que permiten alargar la autonomía de los equipos.
Para mantener el brillo y la claridad, la pantalla precisa una gran cantidad de energía. Si se rebaja su intensidad, conseguiremos ahorrar bastante batería. El control para hacerlo suele ser una opción secundaria de una de las teclas de función (las que llevan una F o Fn delante de un número). Se representa con un símbolo del sol junto con los iconos de arriba y abajo.
2) Modificar la configuración
A poco que exploremos, descubriremos que numerosos sistemas operativos incluyen funciones de ahorro de energía. Entre ellas se encuentra la que suspende de forma automática el ordenador cuando lleva un determinado tiempo de inactividad.
3) Desconectar el WiFi
La conexión WiFi, aunque no lo parezca, consume mucha batería de forma constante. El sistema permanece siempre a la búsqueda de redes inalámbricas. Así que,si se desconecta cuando no hace falta acceder a Internet, repercutirá en un importante ahorro. En el caso de que el ordenador no disponga de un interruptor para hacerlo, se desactiva manualmente a través del Panel de Control, en concreto, en la opción Accesos de Red.
4) Apagar los periféricos
El inocente ratón, la webcam o un disco externo también exprimen la batería. Es la placa madre la que los alimenta. Si no se van a usar, mejor desconectarlos. Otra práctica beneficiosa con las memorias USB es pasar los datos de la memoria flash cuanto antes y luego desconectarla del puerto. Por otra parte, muchos portátiles cuentan con botones que apagan la cámara web.
5) Retirar los discos ópticos de la unidad
Si se dispone de reproductor o grabador de CDs y DVDs, lo mejor es retirar el disco cuando no está en uso. Sobre todo, antes de poner el equipo a recargar la batería.
6) Añadir batería extra
Algunos ordenadores portátiles soportan mucho trote y permanecen operativos casi todo el día, mientras que otros realizan tareas ocasionales.Lo mejor es investigar qué modelo se adapta mejor a nuestras necesidades. Las baterías constan de celdas; a mayor número de celdas, mayor es su autonomía (y también su precio, claro). Si el máximo de celdas continúa sin ser suficiente, existe la posibilidad de sustituir las baterías y reemplazarlas con baterías más duraderas.
Si antes nos fijamos en el hardware, ahora nos centramos en el software. A menudo se acumulan en el sistema aplicaciones que, al final, no se emplean para nada. Sin embargo muchas de ellas, por el mero hecho de estar instaladas, demandan energía.Si se desactivan, se logra un ahorro.
8 ) No confundir el ordenador portátil con un sobremesa
Es una práctica habitual mantener todo día el portátil enchufado a la corriente eléctrica. Una costumbre que lo perjudica irremediablemente. Un portátil es un portátil, así quelo mejor es utilizarlo como tal.
9) Esperar a que finalice el proceso de recarga
Otro hábito fatal es no permitir que se complete el proceso de carga de la batería. Si se interrumpe, el dispositivo sufre y acaba por menguar su capacidad.
10) Mantener el ordenador limpio y ordenado
El equipo a menudo acumula “porquería”. Documentos que recibimos a través del correo electrónico, imágenes, herramientas inútiles… Un montón de elementos que acaban por desorganizarse, que hay que mantener y que, en última instancia, no valen para nada excepto para ocupar espacio y consumir energía. Lo saludable es que la máquina permanezca libre de lastres y con todos los elementos ordenados. Para ello, resulta conveniente desfragmentar el disco duro de vez en cuando. Cuando lo hacemos, los archivos se “recolocan” de forma automática y mantienen un orden.
Visto en: tuexperto
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