
Windows Vista, lanzado a principios de 2007, no ha sido el sistema operativo que más alegrías ha dado a Microsoft. Pese a que la compañía hace gala de 180 millones de licencias vendidas y de que ha sido el sistema con las ventas más rápidas en la historia de la compañía, los analistas añaden algunos detalles que suponen una escasa aceptación en las empresas, uno de los factores clave en la implantación de un nuevo sistema. Según cifras de la consultora Forrester Research, a finales del año pasado Windows Vista solo se había instalado en el 6,3% de los ordenadores de empresa.
Así las cosas, el sistema sustituto de Vista se ha instalado ya en el discurso de la compañía. Microsoft anunció ayer a través de su blog oficial que su nuevo sistema operativo se llamará Windows 7 y que verá la luz a principios de 2010. "En un par de semanas, entregaremos una versión pre-beta solo para desarrolladores y serán las primeras personas ajenas a Microsoft que podrán ver los detalles de lo que hemos estado preparando", detalló el vicepresidente Mike Nash.
La salida de Windows 7 cerrará un círculo de tres años en los que la compañía ha vivido episodios como que los usuarios se manifestaran para ampliar la comercialización y soporte del sistema anterior, Windows XP. La última decisión en este sentido ha sido que Microsoft ha ampliado la posibilidad de instalar XP hasta mediados de 2009.
Mike Nash, vicepresidente corporativo de Microsoft a cargo del desarrollo de la familia de sistemas operativos de la compañía norteamericana, ha confirmado que el sucesor de Windows Vista se llamará oficialmente Windows 7. No es pues un nombre provisional. Será el definitivo.
Aunque aún habrá que esperar al menos 1 año para la salida de este sistema operativo, en tan solo un par de semanas se presentará una primera pre-beta del mismo, destinada sólo a desarrolladores, en el marco de la Professional Developers Conference 2008 que se celebrará entre el 26 y el 30 de octubre en Los Ángeles. También se repartirán pre-betas de Windows 7 entre los asistentes al ciclo de conferencias del WinHEC 2008, que tendrán lugar en el Los Angeles Convention Center entre el 5 y el 7 de noviembre.
¿Por qué han escogido Windows 7 y no cualquier otro nombre? En palabras de Mike Nash, porque es simple, efectivo, fácil de recordar y porque además ya pasó el tiempo de bautizar a las nuevas versiones del sistema operativo de la compañía con apelativos inspirativos como 'XP' o 'Vista'. Es una argumentación tan válida como cualquier otra, aunque puestos a elegir podrían haber optado -es sólo una humilde sugerencia- por una denomación más redonda como 'Windows 10', ¿no os parece?
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